El año pasado me comprometí a evitar todo el plástico de un solo uso posible para cumplir mi propósito de ser más ecológica. Eso incluía dejar de utilizar productos menstruales normales, como compresas y tampones desechables, que son terribles para el medio ambiente, y pasar a utilizar una copa menstrual, un calzoncillo o compresas reutilizables lavables, que suelen ser biodegradables y pueden ayudarte a reducir los residuos entre 600 y 1000 veces en comparación con el uso de productos menstruales desechables.

Si te interesa una breve visión general, consulta el gráfico con mi valoración de las opciones aquí o sigue leyendo para obtener una explicación más detallada de la experiencia. Todas las opiniones de este blog se basan en mi experiencia y opinión personales, y otras mujeres y chicas pueden tener experiencias diferentes.

Como puedes ver, este año he experimentado bastante. Empecé comprando las principales marcas de productos menstruales, me puse a probar y a tomar notas. Hubo claros ganadores y perdedores.

Mi favorito personal fueron las compresas menstruales de carbón de bambú de EarthForAll, que valoro al 100%. Las compresas menstruales venían en un juego de 9 piezas en tres tamaños de cada una, lo que equivalía a una compresa para uso ligero y diario, una compresa de flujo regular y una compresa más grande y larga para la noche o de flujo intenso.

Las compresas tienen una capa superior de carbón de bambú que es muy suave y delicada para la piel. En el centro hay capas de microfibra ultra absorbente que absorben la sangre y te mantienen seca, seguidas de una fina capa de PU biodegradable que forma la barrera que impide que la sangre atraviese la base de las compresas y llegue a la ropa interior. A continuación, toda la compresa está cubierta por una capa de base con un bonito estampado de flores que es vistoso en caso de que se produzcan manchas en los bordes, pero yo no he experimentado ninguna. La comodidad es el principal factor para elegir este producto como ganador, pero también me gustó mucho cómo el carbón de bambú de color gris oscuro absorbió siempre la sangre de forma que no sólo me sentí limpia y seca, sino que la sangre era prácticamente invisible en la propia compresa, ya que absorbe la sangre en la capa intermedia muy rápidamente.

Las compresas menstruales absorben hasta 3 veces más sangre que las compresas normales y me sentí muy segura con ellas puestas. Utilicé una por la mañana, otra por la tarde y otra para la noche. Incluso cuando sangraba mucho en las 24 horas más intensas de mi periodo, la capacidad de la compresa nunca se agotó.

Para lavar las compresas menstruales era realmente fácil. En casa, simplemente la enjuagaba en el fregadero durante un minuto hasta que el agua salía limpia y luego la escurría bien y la echaba en el cesto de la lavadora para lavarla después con colores en un ciclo normal. Cuando salgo de casa, es más fácil doblar la almohadilla usada en forma de monedero y utilizar el broche de presión para cerrarla en su sitio, y meterla en la bolsa húmeda que venía con el juego y que guardo en mi bolso. La bolsa húmeda impermeable las mantiene seguras y contenidas. Cuando llego a casa los aclaro, los escurro y los meto en el cubo de la lavadora. Si sé que no voy a lavar durante un día o más, a veces las dejo en remojo en una bañera junto a la lavadora. El lavado de las compresas menstruales es compatible con el ciclo de lavado de tus colores habituales en frío a 60ºC, las pones a secar y no hace falta plancharlas.

Después de probar estas compresas, sentí que al utilizar anteriormente compresas desechables, me habían estafado toda la vida hasta ahora. Nunca cuestioné que las compresas desechables fueran la opción más higiénica y cómoda, pero no lo son en absoluto. Hemos caído en el poderoso marketing que nos ha hecho pensar que no había una opción mejor. Hasta que no cambié, no me di cuenta de lo incómodas, irritantes, olorosas y feas que son las compresas normales de plástico y papel, por no mencionar que son un desastre para el medio ambiente.

He probado y valorado muy positivamente las compresas lavables de algodón, que también son la mejor opción. Son ideales para los guerreros del estilo de vida ecológico, ya que son 100% biodegradables y sólo un poco menos suaves en comparación con las compresas de bambú. Al ser de color claro, la sangre hizo manchas antiestéticas en el tejido de color claro (igual que en las compresas desechables). Se lavaron bien, pero sigo prefiriendo las compresas de la marca EarthForAll por la capa de carbón de bambú.

En tercer lugar, califico las braguitas menstruales como cómodas y ecológicas, al igual que las compresas menstruales, pero me preocupaba que tuvieran fugas y me pareció que era mejor utilizarlos junto con, por ejemplo, la copa menstrual, de modo que eran una especie de segunda línea de defensa. Valoro muy positivamente las copas menstruales y seguiré utilizándolas junto con las compresas menstruales o las braguitas en el futuro.

Desde mi prueba en carretera, he seguido cuidando felizmente de mí misma y del planeta utilizando compresas menstruales de tela reutilizables y lavables. Antes de que se inventaran los plásticos, las mujeres de los años 50 utilizaban alguna versión rudimentaria de las actuales compresas superabsorbentes. Es curioso, ¿verdad?, que muchos de nuestros esfuerzos por ser ecológicos tienen un aire de cómo eran las cosas antes del plástico.

Escrito por Amy - Fundadora y Directora de EarthForAll